Hay muchas maneras de llegar a un lugar...
Camino, recorrido, destino, señales, cruces, perdido, son palabras relacionadas al hecho de partir-llegar. Primer hay que saber partir - dice el tango... se referirá al equipaje bien embalado, al botiquín de primeros auxilios, o la mochila vacia y el corazón abierto?
Cuando aprobaste la primera lección, estas listo para emprender la marcha. Hay tantas maneras de marchar...
A veces, sabes a donde vas y como llegar; conoces el camino de memoria y lo que te espera. Los ladrillos te saludan, los perros de siempre te ladran mientras caminas con ojos cerrados. El aroma, el sonido guían tus pasos.
Es un camino rutina.
A veces, sabes a donde vas y como llegar; pero es una ruta desconocida. Mapa o GPS en mano, con ojos atentos seguís las instrucciones, buscando las senales. Vas confiado (en el GPS o en el mapa) sabiendo tambien que te espera del otro lado.
Ese es un camino fácil.
A veces, sabes no sabes a donde vas, ni como llegar... pero si estas en esas condiciones, simplemente no te importa. No buscas nada, todo te encuentra. Ese también es un camino fácil, pero con riesgo de infinito.
Pero que haces cuando sabes a donde queres ir, pero no sabes como. Entonces, impulsado por una fuerza extraña salís a las calles buscando el rumbo, buscando señales cómplices que te indiquen mas que una dirección. Salís sin diferenciar norte de sur, esperando que las esquinas te recuerden a futuro. La incertidumbre te hace cosquillitas, las luces te encandilan mientras descifras un mapa inexistente. Derecha o izquierda es una decisión que te cambia la vida, y no tenes parámetros para tomarla. (no podes lanzar una moneda mientras manejas).
En la panza seguís sintiendo cosquillitas... tal vez porque sabes que vas a llegar, no sabes como, ni cuando... y ni siquiera estas seguro de a donde, ni que te espera.
Reís, reís, porque llegar así es vivir el camino.