Saturday, October 25, 2008

amores en invierno

Un amigo sugirió en una charla, una teoría por demás riesgosa: los verdaderos amores nacen en invierno. Esa premisa que en el principio me pareció atroz, porque atentaba contra toda mi imaginería romántica, caminatas en la playa, ver atardeceres, vestidos blancos y cabellos al viento... En cuestión de segundos la verdad fue arrolladoramente contundente, los amores de verano son precisamente eso, pasajeros, estacionales, digamos fruto de... la temperatura. Fugaces, despreocupados e intensos; idealizados y encerrados en la burbuja vacacional. 

Mientras tanto, en invierno - dijo el - es otra cosa; los amores son profundos, sutiles y duraderos. Parece ser que hay una relación intrínseca entre clima y enamoramiento, la que yo jamas había siquiera imaginado. 

El frío hace que la gente se acerque un poco mas. Por un lado, dicen que hay no se que toque sexy en las bufandas, que el roce de los guantes es casi eléctrico, y en invierno... cucharita. Pero sobretodo, las actividades a compartir son diferentes, obligados al interior no queda mas opción que conocerse. Ademas el invierno te encuentra en tu rutina, horarios que cumplir, frías rutas para atravesar... sin contar la palidez de la piel, la que casi no se ve cubierta capas y capas de protección. Si el amor nace así, tal vez  sobreviva. 

Si mi amigo tiene razón, tengo un serio problema, nunca me ha gustado el invierno.