Saturday, May 11, 2013

Epilogos

Nunca leo los prólogos, porque me gustan las sorpresas.
No leo recomendaciones, porque no quiero falsas expectativas.
Tampoco leo instrucciones, porque me gusta la adrenalina.

He sido cuentos cortos, poemas mediocres
y haikús tan abstractos que pecan de etereos.

He sido fruto de una imaginación constante y curiosa
Protagonista de comienzos y tramas sin desenlace.
Escritos por un autor sin constancia.
Comienzos y premisas mágicas que se disuelven en el primer capítulo.

Pero esta vez, la trama siguió
avanzó y tomó impulso.
Pensé que porfín la mano que escribía
había encontrado su rumbo.
Llegamos hasta el climax y luego...
se le agotaron las ideas, o la fuerza.

Hoy por primera vez, soy epílogo.
Debilmente pero explica que los personajes
cayeron en silencios que no se llenaron de caricias.
Que el héroe no pudo dejar su pasado,
y ella no tuvo el valor de esperarlo.
Que no hay moraleja, ni metáfora.
Que las historias simples son díficiles de escribir.

Y por fín entendí que aunque no me gusten, son necesarios.
Hoy, soy epílogo.