volverás.
cuando los chanchos vuelen,
volveré.
Si lo imposible se vuelve cotideano,
me verás;
si lo imposible se vuelve cercano,
te veré.
si te olvido pronto,
me amarás,
si me olvidas pronto,
te amaré.
Si el olvido es imposible,
también lo es el amor.
Si la rutina nos aleja,
talvez aprendamos a volar.
cuando los chanchos vuelen...