Saturday, February 20, 2010

Me converti en actriz
el dia que la fe me enterro el dolor
donde no pude encontrarlo.
Con su aliento se desvanecieron
las lagrimas que debi llorar.
La realidad me encuentra sonriente,
indefectiblemente.
Las lagrimas se me perdieron,
junto con las penas, y los nuevos dolores
siguen el mismo camino...
luego por distraida se me olvida buscarlos.
Mi corto lapso de atencion,
no me permite concentrarme
en la tristeza y aunque a veces
amenaze detras de una sonrisa
y aparezca en el blanco de mis ojos,
se escabulle pronto y se vuelve a hundir.
Solamente aflora con las guitarras tristes,
algunos atardeceres y al respirar.

1 comment:

Vero said...

a veces pienso que la melancolía viene en forma de persona y te abraza, te aprieta, te sofoca y no te deja ver . . . .
no la dejes, no es persona . . .