Cansada de tener un peso en mi muneca pero nunca saber con precision el minuto, un dia se me olvido, vaya a saber donde. A partir de ese momento, no lo he buscado, no lo he extranado.
Cuando los dias son repeticiones de si mismos y te das cuenta de las fechas, por examenes, clases de musica, y la campana, un reloj de pulsera no es muy necesario. Sin embargo, encontre a un aliado mucho mejor y preciso: el cronometro!
A falta de uno tengo dos, uno para los minutos asignados a las tareas; y otro uno que descuenta los segundos del recreo. El poder de este ultimo es apabullante, apenas me acerco a el, el silencio crece a mi paso. Cada anuncio que hace es recibido con inquietud y respeto por parte de mi audiencia.
Se lo que piensan, en que me he convertido que les descuento segundos del material mas preciado que posee la infancia, el recreo. Definitivamente, soy una bruja, los mido en minutos, descuento segundos, le dejo tarea... yo tampoco puedo creerlo. Pero en estas batallas son ellos o yo, es cuestion de supervivencia. Lo increible es que... igual, aun asi - y sospecho que por eso mismo - me aman.
Asi que es, ya no uso reloj, uso cronometro. Soy mas libre viviendo sin el? Al menos tengo un peso menos en la muneca... mi siguiente paso es deshacerme del calendario.
2 comments:
Cachabacha a full!!!!!!!!!
deberiamos implementar el cronometro en los rodajes!!!
abrazo!
Amarillo.
tenés la ventaja que allá no estás en la San Martín y uno de pasada te grita: "¿teeené hooora?"
Hehe
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